martes, 22 de julio de 2008

Carezco de carencia

Días y días sin escribir nada. Bueno, nada no, escribir porque las circunstancias me obligaban. ¿No es siempre así? Te sentís de una forma u otra y tus instintos te llevan a volcar lo que te pasa sobre un papel. Pero no me refiero a eso. Hace no sé muy bien cuánto, pero seguro que más de una semana (si no fueron dos), no escribo por el placer de escribir. Escribo porque llegó el día del amigo, porque nos dieron los buzos, por alguna fecha importante que no quería dejar pasar. A veces ni siquiera escribo, copio algo que me gustó de algún lado y a la mierda, elijo alguna foto linda y listo.
No hay ganas, no hay tiempo. ¿No hay tiempo? No hay motivación. Nada me moviliza, pero yo estoy bien, estoy bien. No pasa nada malo, no me falta nada, tengo todo lo que quiero. ¿Está todo bien? No pasa nada malo, está bien, pero ¿no me falta nada, tengo todo lo que quiero? No. Definitivamente no. Si no no estarí así. O será que estoy aburrida porque no tengo que ocnseguir nada... Entonces hay algo que me falta: me falta que me falte.
Pensándolo bien, me falta. Me falta un novio, me falta estar bien, me falta encontrar algo que me guste.
Y sin darme cuenta, otra vez escribí...

No hay comentarios: