sábado, 21 de junio de 2008

Té con limón y caramelos de miel

Tenía muchos planes para el fin de semana y tuve que cancelar todo a causa de un caso gripal poco grave y muy molesto. Me pica la garganta desde el miércoles pero esa sensación horrible fue creciendo y ahora tengo un dolor que me hace hablar como Mostaza Merlo. Uso paquetes y paquetes de carilinas a diario. Me cuesta respirar y es imposible que pase una gota de aire (no sé por qué digo así, si el aire no se mide en gotas) por mis fosas nasales. El té con limón y los caramelitos de miel me asquearon. Mirar tele, leer libros y quedarme en la cama, que es lo que quiero todo el tiempo y siempre me quejo de no tener tiempo para hacerlo, ya me cansó.
Quiero levantarme y salir, quiero ir a ver a cantar a Maxi. Pero sobre todo, quiero dejar de ser tan exagerada porque al final me termino creyendo todo lo que le digo a mi mamá que me pasa.

jueves, 19 de junio de 2008

Jesus Vs. The Beatles

"Christianity will go. It will vanish and shrink. I do not know what will go first, rock 'n' roll or Christianity. We're more popular than Jesus now. Jesus was all right, but his disciples were thick and ordinary."

John Lennon, 4 March 1966.

miércoles, 18 de junio de 2008

Poder (o saber) elegir

Segunda sesión de terapia y una nueva conclusión: mi vida es mía y una de las cosas que hacen que eso sea así, es la facultad que tengo de tomar decisiones. El decidir siempre lleva consigo una elección y el elegir implica un crecimiento. Este crecimiento consiste en descubrir qué es lo que me hace bien y aceptarlo, para que recién ahí lo puedan aceptar los demás.

martes, 17 de junio de 2008

No te juntes con esa chusma

Yo soy chusma, lo admito; pero hay gente que es muy chusma, demasiado chusma, chusma en exceso, diría yo; y creo que el Normal 1 es un criadero de esa clase de personas.
No entiendo cómo pueden encontrar tan apasionante la vida de los demás. Yo sé que algunas cosas que les pasan a la gente son curiosas y hasta confieso que alguna vez me resultó interesante saber algo sobre alguna persona, pero tampoco la pavada.
¡A vivir nuestras propias vidas y dejar de meterse, investigar, especular y hasta inventar sobre la vida y obra de los otros!
Será posible, che....

(¿Se nota que anda corriendo un rumor falso sobre mi persona? Ja, ja)

lunes, 16 de junio de 2008

Problemitas

El viernes pasado empecé terapia oficialmente (digo oficialmente porque ya había hablado con la psicóloga un par de veces antes). Hace bastante entendí que los psicólogos no eran cosa de locos (aunque todos tenemos un poco de locura), pero nunca imaginé que yo iba a ir alguna vez. El tema me causaba bastante intriga, a pesar de que era por un asunto puntual.
En fin, después de que la novedad diera innumerables vueltas en mi cabeza, el viernes salí de gimnasia, me encontré con mi papá y fui en auto hasta Caballito. El tránsito estaba particularmente en mi contra y pasadas las seis y media de la tarde, llegué al consultorio. Me paré en la puerta, toqué el timbre del tercer piso y unos instantes más tarde entré. Pedí disculpas por mis minutos de retraso y nos pusimos a charlar. Aclaramos algunas cosas: por qué iba, qué expectativas tenía, para qué servía, de qué se trataba y si me molestaba ir al mismo lugar que mi hermana. Hablado eso, el clima ya se había relajado y sentí una extraña confianza para hablar cualquier cosa y decir lo que se me antojara.
Fue una sesión de un poco más de una hora y yo iba por un problema en particular, pero ni siquiera tocamos el tema. No me molestó, es más, creo que en realidad fue porque había asuntos más importantes que me tenían preocupada.
De lo primero que hablamos fue de algo que hacía tiempo que andaba rondando por mi cabeza pero que siempre había apartado y nunca creí que tuviera tanta importancia: la pregunta "¿Qué vas a ser cuando seas grande?".
¿A quién no se la hicieron alguna vez? A decir verdad, en este momento me siento bastante lejos de "ser grande", pero estoy a pocos meses de terminar quinto año y supuestamente ya tendría que saber qué voy a estudiar. De chica siempre dije que iba a ser médica, después me incliné para la rama de la Biología y ahora, no sé qué hacer.
Decidir a qué me quiero dedicar el resto de mi vida me parece una decisión bastante importante como para tomarla a la ligera y, si bien sé que puedo cambiar de opinión en el camino y puedo estudiar muchas cosas a lo largo de mi vida, lo que a mi me interesa es encontrar mi vocación. Quiero descubrir lo que quiero estudiar, de lo que quiero trabajar. Quiero sentir que estoy haciendo algo lo mejor posible, dando todo de mí por eso y desarrollando aquello para lo cual nací. El problema es que no tengo la más mínima idea de cuál es esa vocación. Por eso ahora, si me preguntan "¿Qué querés ser cuando seas grande?", yo les contesto "No tengo idea".
Otro problema que tengo es la mala costumbre de pretender que tengo la vida organizada, cuando en el fondo sé que lo que menos hay en mi vida es organización. Tiendo a planear todo: a qué edad me voy a recibir, con quién me voy a casar, cuántos hijos voy a tener... Y no lo hago sólo con mi vida a futuro, tengo una especie de "borrador" para cada cosa que hago. Es bastante complicado, porque naturalmente, las cosas no siempre salen como yo quiero y casi todas las estructuras que armo se desmoronan.
Basta, no quiero hacerlo más, me hace mal. NO a planear todo. NO a prentender que todo salga perfecto. Al fin y al cabo, las cosas que llegan de improvisto, sin que las busquemos; son las que constituyen cambios más grandes y las más importantes. Por eso: SI a dejar que las cosas se den, SI a que la vida nos sorprenda y SI a dejarnos sorprender.

domingo, 15 de junio de 2008

El hombre de mi vida

El sábado a la noche en un bar le dije a alguien que lo más importante del mundo era tu papá. Y claro, ¿cómo no voy a pensar eso con el papá que tengo?
Gracias por ser el más gracioso, el más gritón, por hacer tantas boludeces, por no poder retarme nunca, por hacer que me enoje todo el tiempo con vos, por molestarme continuamente, por despertarme y prepararme el desayuno todas las mañanas, por reirte de mí, por estar tan loco y por ser el papá más copado.
Simplemente, te amo.
¡Feliz día, pá!