viernes, 18 de julio de 2008

Porque tenemos memoria, exigimos justicia

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Pasteur 633. 18 de julio de 1994. 9:53 hs.

Una fuerte explosión, seguida por un gigantesco hongo de humo y polvo, destruyó 85 vidas, 85 historias, 85 familias.
En cuestión de segundos arrasó con la sede de la organización judía más emblemática de la Argentina y todo lo que estaba a su alrededor.
Pánico. Ambulancias. Gente corriendo. Vidrios rotos cayendo de las ventanas de los edificios, cubriendo toda la calle. Gritos que surgían de la multitud mezclaban historias milagrosas y trágicas casualidades del destino.
Muerte por decenas. Muerte. Muerte. Personas gravemente heridas trasladadas a centros asistenciales. Espontáneamente cientos de voluntarios se hacen presentes para ayudar, para contener, para compartir el llanto.
El mundo hizo escuchar su ira. El gobierno argentino un silencio que dura hasta el día de hoy. La sociedad toda salió a la calle a decir basta.
La comunidad debía reorganizarse. El edificio de la calle Ayacucho 632 comenzó a funcionar como centro de reunión e información sobre las víctimas del atentado y sede de AMIA y DAIA. En poco tiempo las funciones esenciales se reanudaron, en especial las relacionadas con el servicio social.
La comunidad, en medio de tanto dolor, respondía.
85 víctimas fatales. Más de 300 heridos. Un edificio con la historia judía de la Argentina destruido. Una herida abierta que hasta el día de hoy no cierra.

El más horrendo acto antijudío después de la Segunda Guerra Mundial sucedió en la Argentina; en Pasteur 633. Era un 18 de Julio de 1994. 9:53 hs.

"Vehigadeta Lebinjá..." "Y relatarás a tus hijos... a tus semejantes".
"...Ubajarta Bajaím..." "...Y elegirás la vida..."
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http://www.amia.org.ar/article_detail.aspx?aid=79&sid=94&smonth=7&syear=2008

miércoles, 16 de julio de 2008

Basta de todo

Nada me gusta, nada me convence. Nunca me siento completa, todo me trae dudas.
Harta de que mi espalda sea un gran nudo marinero imposible de desatar, de este dolor de cuello y cabeza constante.
Cansada de que me pregunten cosas, de que me hable gente con la que no quiero hablar. "¿Todo bien, Anita?" No, todo mal pero no importa, no tengo ganas de contarte.
¿Cuándo voy a dormir más de cinco horas?
No me quiero mentir más, no me interesa tener novio. No puedo estar con nadie hasta que no aprenda a estar conmigo.
¿Me quiero? Supongo. Me gusto, me necesito. No me amo, pero trato de sobrellevarlo.
Basta de presiones, basta de tener que fingir, de estar siempre bien, basta de sufrir, de llorar, basta de la gente, basta de dudar, basta de la inseguridad. Basta de todo.

martes, 15 de julio de 2008

Las Mogul

No sé si es porque soy una colgada o porque el tenerlas todos los días conmigo me malacostumbra y no me doy cuenta de lo importantes que son para mí, pero nunca escribí nada sobre ustedes en este espacio.
¿Cómo es que, habiendo escrito sobre tanta gente, nunca se me cruzó por la cabeza dedicarles algo a mis compañeras de curso, a las responsables de mi estupidez diaria tanto como de mi buen humor? Sinceramente no sé, pero en cuanto me dí cuenta tuve la necesidad de compensar y contarles a ustedes cinco, si es que entran, y al resto de la gente que lee esto lo mucho, muchísimo que las quiero.
Ustedes son las que se enteran primero de la mayor parte de las cosas, porque al estar a medio metro de distancia la comunicación se hace bastante fácil. También son las que me hacen reir como nadie y las que me alegran cada mañana. Son las que me acompañaron durante momentos difíciles, las que me ayudaron a superar millones de situaciones feas y las que me acusan de "bagayera". Son las integrantes de mi equipo de Educación Física, juguemos handball o volley, a las que no les importa perder con tal de estar juntas y divertirnos. Son las que viven cantando o bailando y son las más atrevidas y atorrantas, pero las más lindas.
En realidad, son mucho más que eso, pero me cansé de describirlas, porque por más que escriba cinco veces más lo que ya escribí, no alcanzaría. Así como tampoco alcanza con decirles que las amo con todo mi corazón. Pero bueno, trato de conformarme.
Gracias por este año y medio de quinto primera y de Las Mogul. Pero más que nada, gracias por este año y medio de Yasmín, Laura, Macarena, Elizabeth y Carolina.

domingo, 13 de julio de 2008

WTF

Este fin de semana tenía mil cosas para hacer, lo tenía organizado de principio a fin. Cada vez estoy más convencida de que cuantos más planes tenés, menos cosas terminás haciendo.
Todo empezó con un dolor de cabeza el viernes a la tarde, me tiré a dormir. Me levanté para escuchar una noticia que traía mi mamá que me dejó peor: mayor dolor de cabeza, una sensación de nervios en la boca del estómago y una bronca increíble. Conclusión: el viernes a la noche no salí.
El sábado teníamos el cumpleaños de mi prima pero no pensaba ir por la fiesta del Pelle en Sociales, a la cual estaba decidida a ir. A la tardecita me dicen que la fiesta se suspendía pero eso no importaba, podíamos ir a tomar algo por Palermo. A eso de las ocho de la noche a mi mamá se le ocurrió que no quería que me fuera sola porque no se iba a quedar tranquila estando tan lejos. Claro que era "por mi bien", como todo lo que hacen y por supuesto, no se le pudo haber ocurrido antes. Llamo a uno, llamo al otro, nadie estaba en su casa. Después de casi una hora de negociaciones, baño rápido, cambio de ropa, un poco de maquillaje para tapar mi cara de cansancio y enojo y... ¡derechito al cumpleaños familiar!
Por lo tanto, el resumen de mi fin de semana podría ser:
  • ni Starbucks,
  • ni salida con Alina,
  • ni fiesta del Pelle,
  • ni Palermo,
  • ni etanol con Euge,
  • ni nada.

Qué fin de semana horrible, por Dios!
Que se termine ¡YA!