lunes, 16 de junio de 2008

Problemitas

El viernes pasado empecé terapia oficialmente (digo oficialmente porque ya había hablado con la psicóloga un par de veces antes). Hace bastante entendí que los psicólogos no eran cosa de locos (aunque todos tenemos un poco de locura), pero nunca imaginé que yo iba a ir alguna vez. El tema me causaba bastante intriga, a pesar de que era por un asunto puntual.
En fin, después de que la novedad diera innumerables vueltas en mi cabeza, el viernes salí de gimnasia, me encontré con mi papá y fui en auto hasta Caballito. El tránsito estaba particularmente en mi contra y pasadas las seis y media de la tarde, llegué al consultorio. Me paré en la puerta, toqué el timbre del tercer piso y unos instantes más tarde entré. Pedí disculpas por mis minutos de retraso y nos pusimos a charlar. Aclaramos algunas cosas: por qué iba, qué expectativas tenía, para qué servía, de qué se trataba y si me molestaba ir al mismo lugar que mi hermana. Hablado eso, el clima ya se había relajado y sentí una extraña confianza para hablar cualquier cosa y decir lo que se me antojara.
Fue una sesión de un poco más de una hora y yo iba por un problema en particular, pero ni siquiera tocamos el tema. No me molestó, es más, creo que en realidad fue porque había asuntos más importantes que me tenían preocupada.
De lo primero que hablamos fue de algo que hacía tiempo que andaba rondando por mi cabeza pero que siempre había apartado y nunca creí que tuviera tanta importancia: la pregunta "¿Qué vas a ser cuando seas grande?".
¿A quién no se la hicieron alguna vez? A decir verdad, en este momento me siento bastante lejos de "ser grande", pero estoy a pocos meses de terminar quinto año y supuestamente ya tendría que saber qué voy a estudiar. De chica siempre dije que iba a ser médica, después me incliné para la rama de la Biología y ahora, no sé qué hacer.
Decidir a qué me quiero dedicar el resto de mi vida me parece una decisión bastante importante como para tomarla a la ligera y, si bien sé que puedo cambiar de opinión en el camino y puedo estudiar muchas cosas a lo largo de mi vida, lo que a mi me interesa es encontrar mi vocación. Quiero descubrir lo que quiero estudiar, de lo que quiero trabajar. Quiero sentir que estoy haciendo algo lo mejor posible, dando todo de mí por eso y desarrollando aquello para lo cual nací. El problema es que no tengo la más mínima idea de cuál es esa vocación. Por eso ahora, si me preguntan "¿Qué querés ser cuando seas grande?", yo les contesto "No tengo idea".
Otro problema que tengo es la mala costumbre de pretender que tengo la vida organizada, cuando en el fondo sé que lo que menos hay en mi vida es organización. Tiendo a planear todo: a qué edad me voy a recibir, con quién me voy a casar, cuántos hijos voy a tener... Y no lo hago sólo con mi vida a futuro, tengo una especie de "borrador" para cada cosa que hago. Es bastante complicado, porque naturalmente, las cosas no siempre salen como yo quiero y casi todas las estructuras que armo se desmoronan.
Basta, no quiero hacerlo más, me hace mal. NO a planear todo. NO a prentender que todo salga perfecto. Al fin y al cabo, las cosas que llegan de improvisto, sin que las busquemos; son las que constituyen cambios más grandes y las más importantes. Por eso: SI a dejar que las cosas se den, SI a que la vida nos sorprenda y SI a dejarnos sorprender.

3 comentarios:

from j ap an dijo...

agregaste una más en tu lista de etiquetas, terapia.
espero que te sea leve tus sesiones, que te sirvan y que estés mejor, amiga mía.
te amo, te amo, te amo.

Francisco Aure dijo...

linda la entrada (asi se llama en los blogs jajaja),
mucha suerte con la terapia
se te extraña!
te quiero un monton asi de grande :)
besote

Camila dijo...

Sirve un montón, yo hago todos los martes (empecé en abril) y cada vez que salgo de ahí siento un desahogo tremendo (vale aclarar que a los 9 años también hice, pero por un tema en particular que al superarlo, se dio por terminado el ciclo).
y siiií, sí a que fluyan las cosas como fluyen, sí, sí, y sí. Creo que este momento de bienestar por el que estoy pasando hace que ame el verbo FLUIR, ya hablaremos de eso el SÁBADO, NO? :)
y bueno, dejo todo en suspenso.. como te dije hoy en el cole (?) así tenemos motivos por los cuales vernos y dejarnos de joder de una vez por todas.