lunes, 2 de junio de 2008

Creciste

Este último tiempo me pasó de todo. Muchos cambios, muchas decisiones, muchas cosas nuevas, cosas no tan nuevas que vuelven a aparecer, algunos miedos. Suele pasar: te pasa una y te pasan todas.
En esos casos es común cambiar de humor fácilmente, pelearse con medio mundo, unirse mucho a algunas personas, estar angustiada constantemente, deprimirse, sentirse sola, llorar...
Y de repente te das cuenta de que no estás tan sola, te sorprendés contándole tus problemas a alguien con quien nunca te hubieses imaginado que ibas a hablar, que te da visiones nuevas de las cosas. De repente te estás riendo con tus amigos, cambiás la música triste por una que te obliga a cantar y a moverte. De repente volvés a tener ese tiempo, del cual te quejabas no tener, y elegís salir en vez de quedarte dándole mil vueltas a las cosas, preferís ver una linda película que tirarte a mirar el techo. De repente caés en que, sin darte cuenta, ya superaste todas esas cosas que tanto te asustaban. Y te sentís grande, te sentís completa, te sentís bien. Así, como si no hubiese pasado nada, ya atravezaste todo eso que creías que era imposible y como si fuera poco, estás sana y salva.
Creciste. Simplemente creciste. Y saliste tan increíblemente bien que te sorprende que crecer sea tan fácil.
No, crecer no es fácil, pero acompañada de gente que te quiere, que se preocupa por vos y que te hace ver que no estás sola ni en la peor situación, crecer es menos difícil.

1 comentario:

Francisco Aure dijo...

Felicitaciones Anita. Siempre están los amigos, pero el paso final está en uno mismo, estuve en tu lugar varias veces y así lo viví. Me encanta que estemos hablando de nuevo. Te quiero muchísimo. Un beso!