lunes, 23 de junio de 2008

Los responsables de mis mañanas más felices

A esta altura surge el miedo de si nos vamos a seguir viendo o no. Con algunos de ellos realmente tengo miedo de dejarnos de ver cuando termine este año, con otros supongo que nos vamos a juntar y con poquitos tengo la certeza de que nos vamos a seguir viendo, ya sea por el tipo de relación que tenemos o porque vamos a estudiar juntos.
El punto es que a todos de alguna forma los voy a extrañar. Porque no los voy a tener para entrar tarde a la escuela, a la hora en que ya nos ponen ausente por tarde, por el simple echo de no entregar el cuaderno; porque no los voy a tener en cada hora de clase ni en cada recreo; porque no voy a tener esos lunes de actualización de todo lo sucedido en el fin de semana; porque probablemente no los vea todos los días y porque no los voy a ver en el Normal.
Ojo, esto no es una despedida, de hecho falta más de medio año para esto que me da tanto miedo y tanta angustia y sería un poco exagerado, y hasta masoquista diría yo, ya estar despidiéndome, pero las conversaciones últimamente desembarcan en el egreso, en el clásico "que no se corte". Además, es algo que da vueltas en mi cabeza a diario y no puedo evitar ponerme a pensar en qué va a pasar.
Pero más allá de eso, dejando de especular con el futuro, yo simplemente les quiero contar que a las personas que aparecen en las fotos de la izquierda las quiero muchísimo, porque son gente especial, porque comparto miles de cosas con ellos, porque me acompañan todos los días, porque me hacen bien, porque son los recuerdos que me quiero guardar de esta etapa (sigamos o no viéndonos) y, básicamente, porque son mi secundaria y estoy feliz y orgullosa de eso.
Hoy, lunes 23 de junio del 2008, yo, Anita Lucía Rosso Coppola, prometo, juro y aseguro que cuando termine el año voy a hacer todo lo posible por seguir viendo a todos ellos.

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