sábado, 5 de julio de 2008

Anónimo

Cada vez que decido me siento vivo. En cada decisión se fue forjando mi identidad e integrando mi vida. Todo lo que estudié, leí, ensayé, experimenté, fracasé y amé me han marcado y expresan hasta cierto punto lo que soy; pero lo que soy queda claro en mis decisiones, paridas tantas veces con el dolor de la inseguridad, gozadas otras tantas al calor de la esperanza. Me siento vivo al elegir el camino día a día, al rechazar alternativas y marcar rutas. Escoger es vivir y decidirse es definirse. Yo soy, en definitiva, lo que mis decisiones son. Siento que la madurez me abraza cada vez que elijo ser responsable de mi libertad y hago una elección. Nunca soy yo, más yo, que cuando me paro en medio de la vida, lanzo mi mirada al horizonte, examino cada posibilidad, peso cada valor, acaricio lo que mi historia amasó en mí, intuyo dónde mi corazón palpita, escucho la voz que me impulsa irremediablemente hacia delante, pongo el pie en el camino y hago huella en cada meta. Elegir sin esclavitudes es la esencia de una vida con sentido.
El camino se define por sus curvas. La madurez de mi vida, por mis decisiones.
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No sé quién escribió eso. Me lo trajo hace un ratito mi mamá, en un papelito fotocopiado, mal recortado y arrugado. Me dijo "Leélo"; y expresa tan perfectamente todo lo que me pasa últimamente que quise copiarlo acá. Gracias, má.

5 comentarios:

Mel dijo...

Muy buen texto. "Elegir sin esclavitudes es la esencia de una vida con sentido." Como cuesta a veces.

Para cambiar el nombre del blog entras en configuración, y dps en publicación.

Un beso nos vemos el lunes. Ya tengo tu naríz!

MAX dijo...

algo para decir?

Francisco Aure dijo...

lindo texto
te quiero ana lucía!

aLaN dijo...

che pendeja del alma somos iguales...

Anónimo dijo...

me da escalosfríos el cambio en tu mwntalidad desde hace unos años hasta acá. sos algo fundamental en mi,
te amou,