Nada me gusta, nada me convence. Nunca me siento completa, todo me trae dudas.
Harta de que mi espalda sea un gran nudo marinero imposible de desatar, de este dolor de cuello y cabeza constante.
Cansada de que me pregunten cosas, de que me hable gente con la que no quiero hablar. "¿Todo bien, Anita?" No, todo mal pero no importa, no tengo ganas de contarte.
¿Cuándo voy a dormir más de cinco horas?
No me quiero mentir más, no me interesa tener novio. No puedo estar con nadie hasta que no aprenda a estar conmigo.
¿Me quiero? Supongo. Me gusto, me necesito. No me amo, pero trato de sobrellevarlo.
Basta de presiones, basta de tener que fingir, de estar siempre bien, basta de sufrir, de llorar, basta de la gente, basta de dudar, basta de la inseguridad. Basta de todo.